sábado, 8 de noviembre de 2008

Me quedo contigo

Pasear entre la espesura del mundo, lo innato nos come por una pata, el mundo gira sin control alguno, las gentes me taladran la cabeza, encharcada de mierda hasta las rodillas, con todo y más, da igual si tu caminas a mi lado.

Reír sincronizados, gritar a la vida, compartir los años, la adolescencia, la puta efervescencia que tenemos dentro, un cigarrillo entre los dos, llorar de alegría, oír tu voz, ser uno cuando estoy contigo, me queda lo mejor.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Missing Home


Asiento copiloto, 8’30 am. Tras pasar una noche de perros emprendemos el camino de regreso a casa. El Sol esta justo naciendo y pega fuerte en toda mi cara, hago por abrir los ojos pero la niebla que rodea sin tocarnos me mece en un sueño profundo. U2, One sonando bajito por los altavoces. Donde las calles no tienen nombre los sueños no vuelan muy alto, así que me despejo como puedo y me acurruco en mi abrigo. El naranja del cielo me enamora, cruzamos un pueblo “¿tenéis hambre? Vamos a parar para desayunar”, excelente, mi estomago lo agradecerá.
-“¿Qué desea?”
-“sí, por favor, un café con leche, de máquina, y una tostada”

¡Oh, qué placer! Noto como a cada sorbito mi cuerpo empieza a coger una temperatura digna, digamos unos 36º, que estaba echando en falta como agua de mayo. Tostada: boca, epiglotis, esófago, estómago, jugos gástricos y demás metabolismos. Vuelvo en mí. Algunos kilómetros y la niebla se despeja, llegamos a la ciudad.

Y de nuevo piso mi casa, hogar dulce hogar, huele al suavizante de mamá.