domingo, 21 de septiembre de 2008

Violinista en Chicago





No, tal vez no sería buena idea preguntarme quien es él, ni cual es su función exacta en este tinglao’.Lo encontré en algún parque de otro continente. Me miró y supe que quería decirme algo, para ser sincera, no logré descifrar el qué, pero en esos ojos vi, vi tanto que quizás me perdí. No unía fronteras, ni siquiera creo que mostrara interés por conocer el significado de esa palabra. En realidad no hablaba mi idioma ni yo entendía su carente articulada melodía que parecía susurrar la historia de su vida a todo aquel que quisiera escucharla. No se si había vivido tanto como sus ojos desvelaban o como sus arrugas trataban de exhumar. No tenía necesidad de demostrarlo. El aura enjabonaba su pecho, podría ser París. Pero eso sería demasiado suponer…

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